miércoles, 27 de enero de 2016

#todossomosfernando

Cuando a alguien se le acusa de ser fascista, rojo, nazi, racista, progresista o maricón, es que se le asigna ese término como algo peyorativo. Si es peyorativo es porque en la mente del que lo dice existe una concepción negativa de ese concepto. De la serie que he mencionado, la consideración negativa en algunos estará justificada, en otros no. Esa concepción puede ser compartida o no. En realidad poco importa, eso depende de la educación y cultura de cada uno. Lo que no se juzga bajo la subjetividad es el término mismo de fascista, rojo, nazi, racista, progresista o maricón. Estos términos hace referencia a realidades históricas, ideológicas o sexuales. Por tanto, si vamos a decir que una persona es cualquiera de estos atributos, será necesario que haya una conexión entre esta persona y la realidad que se le asigna. Si no hay dicha conexión se está manipulando a través de una falacia.

Por otro lado, está la cuestión de discriminar o perseguir por cuestión de sexo, religión, ideología, etc. No conozco al dedillo nuestra Constitución, pero sí sé que se vela por los derechos de las personas y no se le tiene en cuenta esos componentes de su persona a la hora de considerarlo para un trabajo. Todos tenemos derecho a trabajar, incluso en una ONG a cambio de nada material.

Si unimos ambas reflexiones, podemos realizar la siguiente ecuación: una persona es acusada
falazmente de ser X y, a cambio, se le amenaza para que deje de estar vinculado a una asociación solidaria, porque si no desaparece, el acuerdo con la administración se suprimirá bajo la excusa de un fallo de forma. Y claro, si profundizamos podríamos añadir que detrás de esa amenaza desde una administración pública, puede haber presiones de sectores intolerantes y discriminadores con mucho poder.

Que haya sectores intolerantes y discriminadores con mucho poder en un país supuestamente desarrollado y culto es grave, que una administración pública claudique ante sus presiones, es peor.

Todo esto no es ficción, es realidad en Andalucía, una comunidad propia de un país corrupto y mafioso de Europa del este o de África central. O de España. En primer lugar sí, Fernando García es falangista, pero la acusación es de fascista. No hay que ser muy culto en temas políticos para saber diferenciar el fascismo (autoritarismo, partido único, substantivación de la nación, el Estado antes que el hombre, capitalista) del nacionalsindicalismo (democracia, república, patria heterogénea y trascendente, la persona antes que el estado, sindicalista). No vamos a suponer que los que tienen el poder sean así de cultos. Pero, que la Junta de Andalucía haya cedido al chantaje es algo, que si bien hay precedentes, en este caso es aún más grave por afectar a una asociación solidaria.

Durante cinco años ha sido el presidente de una asociación deportiva para la inserción de inmigrantes en Granada. Su labor consistía, de un modo materialmente desinteresado, en ayudar a los niños y jóvenes inmigrantes a integrarse en nuestro país a través del deporte. Pues este fascista maligno, consiguió que la Junta firmara algún acuerdo. Cuando desde PODEMOS y el SAT (sindicato andaluz de trabajadores, alguno de sus miembros congresistas por PODEMOS) han presionado, el maligno ha empezado a ser difamado, insultado y, finalmente, amenzado por la misma Junta para que dejase el cargo o el convenio nunca llegaría a materializarse.

A LA JUNTA DE ANDALUCÍA LE IMPORTA UN PIMIENTO LOS NECESITADOS

Como dije en mi última entrada, lo importante para los políticos es el poder, no el bien común. Pero sé, porque lo he conocido en persona y le he leído en el periódico Patria Sindicalista, que desde sus ideas, que compartimos, seguirá luchando por el bien común. Su primer paso ha sido dejar la asociación, para que sus niños, como él los llama, puedan beneficiarse de la ayuda de los usureros del poder califal andaluz. Él, inasequible al desaliento, seguirá adelante por un futuro mejor.

Aquí dejo enlaces de interés para comprobar el nivel de odio y de egoísmo de los denunciantes. Y otra entrada sobre su historia que incluye su carta de dimisión explicando:

https://satjuventud.wordpress.com/2016/01/24/sat-juventud-consigue-la-dimision-del-falangista-que-firmo-un-convenio-con-la-diputacion-de-granada-y-la-junta-de-andalucia/

http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/podemos-denuncia-la-subvencion-de-la-junta-a-un-dirigente-falangista-para-tutelar-menores/#!kalooga-19491/~%22Falange%20Espa%C3%B1ola%22%20~Podemos%5E0.75

http://www.sindicatount.es/noticias/2016_01_22_juantxo_garcia_fernando_garcia_victima.pdf

7 comentarios:

  1. Por cierto, por si no os metéis en el último enlace, Fernando es uno de los fundadores de la asociación.

    ResponderEliminar
  2. Que me expliquen por qué la ideología progresista o izquierdista de una persona no importa cuando su trabajo (por el cual se le remunera) consiste en "educar" a los jóvenes y aprovecha su cargo para hacer política, pero una persona con postulados falangistas es linchada mediáticamente por colaborar de forma altruista y sin hacer política en una escuela deportiva.
    La Junta de Andalucía y los podemitas han vuelto a demostrar su nula catadura moral. Ya quisieran ellos llegarle a la suela del zapato a Fernando.
    Mucha fuerza, Fernando. Os deseo todo lo mejor a ti y a los chavales de esa escuela que te viste obligado a dejar para no perjudicarles.

    ResponderEliminar
  3. Es un caso evidente de discriminación por motivos ideológicos. Algo intolerable en democracia y que señala a las claras que el régimen del 78 no es democrático.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Parece que a la izquierda le escuece, le fastidia, siempre que alguien no de izquierdas demuestre que la solidaridad y el trabajar por los mas necesitados no tiene ideología que valga. Que un falangista esté haciendo un gran trabajo en una Asociación Deportiva y trabajando con menores de etnia magrebí, africana, gitana..etc menores de familias con bajos recursos y que por medio del deporte instruirles en valores de equipo, sacrificio, compañerismo..etc que un falangista este haciendo todo eso y bien sin cobrar un duro, sin recibir durante 5 años subvenciones todo desde su trabajo y el de otra gente de la Asociación y que vean los de la izquierda que no es un racista les debe haber escocido en lo más adentro y como no pueden permitir que la sociedad vea la verdad de que los falangistas no somos racistas atacan con métodos discriminatorios, dictatoriales y con todo su odio. Mismas actitudes que dicen hipócritamente combatir.

    Ciertamente que en un país, España, en donde supuestamente rige un Régimen de Libertades, con una constitución y derechos humanos, se discrimine, se prejuzgue, se persiga (como se ha perseguido al Camarada Fernando) a una persona por sus ideas...dice mucho de esta España supuestamente "democrática".
    Frente a su Odio, Nuestra Sonrisa!! #todossomosfernando

    ResponderEliminar