Reforma laboral del PP, ¿positiva o negativa?

 Una de las medidas más criticadas al Gobierno de Rajoy ha sido la polémica reforma laboral. Antes de empezar a analizarla, me gustaría aclarar que por muchas reformas laborales que hagan los Gobiernos de turno, hay que entender que los burócratas de los Gobiernos no crean empleo. A mí me hace mucha gracia cuando oigo a gente decir cosas tales como "es que Rajoy crea empleo precario" o "Rajoy está creando mucho empleo a diferencia de Zapatero". Lo que todos tenemos que entender es que el empleo lo crean las empresas (como es obvio). El Gobierno, como mucho, puede facilitar esta creación aplicando medidas como la bajada de burocracia y la implantación de un sistema fiscal atractivo favoreciendo la creación de empresas y, por tanto, la creación de empleo. 

 Bien, pues dicho esto, toca ir al fondo de la cuestión. Tengo que aclarar que la mayoría de argumentos y datos expuestos en este artículo están sacados del libro 'Acabemos con el paro' de Daniel Lacalle, un libro que por cierto recomiendo firmemente. 

  Voy a empezar con los aspectos positivos (por cambiar un poco mi temática de crítica continuada al PP):

 - Reconoce la realidad de la estructura empresarial española y está orientada sobre todo a pymes. Hace que la que la decisión de contratar sea una oportunidad, no un riesgo, para las pequeñas y medianas empresas. ¿Cómo? Pues básicamente flexibilizando el mercado laboral.

  No podemos olvidar que más del 90% del tejido empresarial español lo ocupan las pymes. En 2014, tan solo nuestro país registraba 1,1 millones de pymes frente a sólo 4.188 empresas grandes. Es más, de hecho la mayoría de dichas pymes (1 millón) son microempresas de menos de 10 trabajadores. 

- Adapta la legislación a un entorno laboral cambiante: remuneración de horas extras, incremento de la cuantía bonificable por contratar desempleados entre 16 y 30 años, el permiso retribuido de 20 horas semanales de formación dentro de la empresa, pero sobre todo regular y apoyar el trabajo a distancia. Todos estos han sido importantes elementos modernizadores en nuestro mercado laboral. 

  Poco que comentar de estas medidas, tan sólo decir lo que señalé al principio: medidas facilitadoras, nada de unicornios gubernamentales.

- Romper el error de <<sectorizar>> la negociación colectiva, que se había convertido en un "café para todos" en el que muchos trabajadores de empresa se veían perjudicados por un convenio que no reflejaba la realidad de su empresa. Acercar las necesidades específicas de empresas y trabajadores y fomentar el diálogo permanente en el seno de la empresa. 

  Esta modernización se ha dado en el sector del automóvil y ya se ven sus frutos: 

Las ventas de coches suben un 23,3% en agosto y suman dos años de crecimiento

Aspectos negativos:

- Básicamente el principal es que se ha quedado muy corta. No ha atajado suficiente el tema de la gran cantidad de burocracia que tienen que soportar las empresas, bajadas de impuestos insuficientes y bueno... en general corta en cuanto a la liberalización. 

- Tampoco se ataca de manera tajante la dualidad del mercado laboral. Aunque hay que recordar que de ninguna crisis de la historia se ha salido creando empleo fijo. Esto es muy, pero que muy importante entenderlo. Ni tampoco se han recuperado precisamente pronto los ingresos de la Seguridad Social en ningún otro país. 

- No unifica las normas de contratación y el tipo de contrato, lo que perjudica sobre todo a nosotros los jóvenes.

- No entra de manera decidida en el abuso del seguro de desempleo. Aunque si que es verdad que si un parado rechaza tres ofertas de trabajo, pierde dichas prestaciones. Esto favorece al llamado <<paro falso>>.

  

 No se puede olvidar el 'factor despido'. En mi opinión, en un país de pequeñas y medianas empresas con un sistema económico muy cambiante, una economía cíclica, con sus consiguientes ciclos económicos, un empresario no se va a arriesgar a contratar si después le va a salir muy caro despedir al trabajador por lo que pueda pasar. Por tanto, ante la incertidumbre y riego que causa lo mencionado anteriormente, el paro sube. Y no podemos obviar tampoco la incertidumbre política, muy presente en estos momentos. Por tanto, tanto contratar como despedir debería ser lo más fácil posible. 

  Para concluir, poner de manifiesto que hasta que los españoles no entendamos que un par de burócratas del Gobierno no crean y empleo y que si lo hacen las empresas, estaremos con cifras de paro superiores al 20% (una verdadera barbaridad). 

Ya por último terminar con una frase que atribuyen a Bismark y que a mi personalmente me encanta: "Estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí mismo y todavía no lo ha conseguido".