lunes, 7 de septiembre de 2015

Inmigración y refugiados

No toda inmigración está así de organizada.
    "Y dale perico al burro" dirá alguno. Pero es el momento más idóneo. No es el tema de la inmigración un tema que la gente olvide, pues son ya muchos años recibiendo una inmigración africana en España. Pero es que esa es la inmigración que más conocemos los españoles de mi generación, pues ya la de mis padres conocía otra inmigración, la intranacional, en busca de qué hacer para llevarse algo a la boca. Y nuestros abuelos conocieron la inmigración post-guerra civil, a Suiza, a Alemania, a América incluso. Si quisiéramos, andando atrás en el tiempo, podríamos llegar al origen del Homo Sapiens y veríamos que la inmigración es algo prácticamente consustancial al Ser Humano. Centrémonos en la inmigración forzosa.
   No vamos a exagerar. Es normal que si alguien siente estabilidad en un lugar, no se mueva. De ahí que hubo épocas en las que los habitantes de un lugar tenían que irse a otro masivamente: no había estabilidad. Así hubo grandes migraciones de Homo Sapiens a causas de glaciaciones, o posteriormente los orientales Indoeuropeos hacia Europa por otros motivos, quizás bélicos y de expansión por superpoblación, también entraron en Europa. Nada nuevo bajo el sol. Los germanos hacia el sur. Los latinos hacia fuera del Lacio...
 
  Si nos paramos a analizarlo, no es otro el motivo de la inmigración de las últimas décadas: guerra y hambre. También influye la idealización de Europa que realizan en países más pobres, que también caen en el engaño demoníaco de identificar felicidad con riqueza material. No es sólo un cáncer moral occidental. La que teníamos asumida hasta ahora, la mayoritariamente africana (también hispanoamericana, pero personalmente no la considero inmigración en el mismo nivel que la africana), estaba tan naturalizada que el Estado español sólo esperaba que hubiera avisos de cayucos o barquichuelas de plástico para ir a salvarlos, aplicar el protocolo prescrito y poco más. El problema surge ahora, con un nuevo tipo de inmigración masiva.
    Como sabemos, de un modo explosivo, ha comenzado una inmigración masiva que procede del levante asiático, Siria sobre todo, kurdos, irakíes, huyendo en su mayoría (veremos por qué digo en su mayoría) de un conflicto en el que un bando masacra al que no se amorra, y el otro lucha en solitario por su supervivencia, por la supervivencia de cierto socialismo árabe laico (Siria), o conservar fuentes de petróleo (Irak). Luego está occidente (incluyo inmerecidamente a Israel aquí) que, digámoslo, tiene toda la culpa de lo que ocurre en ese conflicto.
 
  Hay dos opciones mayoritarias a la hora de recibir a los inmigrantes: o cerrar fronteras, algo que es imposible, porque van a venir de forma legal o ilegal, queramos o no. O abrir fronteras, recibiendo ya sea con cupo o no (dará igual, vendrá todo el que quiera, ilegalmente también). Las ventajas y los problemas serán enormes en ambos casos. En cuanto a los problemas, en el primero caso, la injusticia inicial contra este pueblo fugitivo forzoso se agranda, pudiendo provocar inanición, conflictos en las fronteras, alzando muros donde no los hay, mostrando el egoísmo como guía. Egoísmo propio de un sistema liberal en lo político y en lo económico como el europeo. La segunda opción, la que por causa de ese egoísmo se está tardando más en agilizar, puede provocar (provocará, seamos lógicos) problemas de xenofobia, racismo, con lo que supone de crecimiento de fuerzas inhumanas de corte neofascista. Y el problema no es el crecimiento de esos partidos, en realidad lo verdaderamente malo es el trato injusto, racista, que van a sufrir estos inmigrantes. ¿Qué culpa tienen ellos de que fuerzas ajenas a sus patrias estén luchando por saquearlas en lo material y en lo humano?
 
  Añadamos otro problema que no se nos ha de pasar por alto. El Estado Islámico anunció meses ha, que iniciaría una seria de trasvases humanos a Europa para crear inestabilidad. En esa inmigración de gente que huye, ¿quién niega que no haya terroristas camuflados? Todos hemos visto vídeos en los que los refugiados en Hungría tiraban a la vía del tren el agua que les daban y las bolsas de comida. ¿Será sólo una forma de revelarse por sentirse como animales? ¿Será como también se ha leído, el rechazo a recibir alimento de la cruz roja? Repito, ¿CRUZ roja? La situación, por tanto, ha pasado de tener un puro carácter humanitario, a tener otro adosado, el de la seguridad de los países europeos.
 
  Digamos que, de un modo fundamental y muy resumido, pues esto es un post, no un artículo de investigación, lo anterior es lo que concierne a los inmigrantes, las posibilidades más claras y sus consecuencias más lógicas. Pero hay otras consecuencias negativas que no sólo repercute de modo negativo en la persona que viene, sino en el sistema mismo en el que se introduce. Tengamos en cuenta que no hay un sistema totalmente globalizado. La entrada, en muy poco tiempo, de mano de obra en un sistema con problemas para asimilar la que ya tiene de modo forzoso, provocaría una bolsa enorme de personas a las que hay, por simple humanidad, que proteger con sanidad y otras prestaciones, que el Sistema no soportaría. El sistema capitalista está preparado para tener un cupo de paro mínimo para poder oprimir al trabajador imponiendo unos sueldos bajo amenaza (siempre habrá otro que quiera tu puesto por menos dinero). Pero cuando ese cupo es tan grande que el sistema no puede asimilarlo, y sus arcas, además, están saqueadas por los banqueros y la propia administración hipertrofiada (17 reinos de taifa), provoca lo que estamos comentando, una "singularidad" que explotaría en conflictos sociales, etcétera.
 
  Nada hay en contra de la solidaridad, puesto que es un principio ético del ser humano el de ayudar al que lo necesita. Unos por egoísmo (quiero que después me lo hagan a mí si lo necesitare), otros por temor de Dios, otros por convencimiento humanista... cada uno tendrá los suyos. El Estado, si está basado en un mínimo de justicia social, también intentará dentro de sus posibilidades ayudar solidariamente. Pero estaréis conmigo en que, los recursos se acaban y donde hay un gasto continuo sin ingresos, la estabilidad es imposible.

    ¿Soluciones?

    Para otro día.


Ángeluis

3 comentarios:

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    1. Es difícil. Muy difícil responder a esas preguntas. Yo aún me estoy planteando cómo abordar el siguiente artículo de modo que recoja posibilidades posibles, adecuadas, deseadas, indeseadas aunque probables, etc. Mi opinión personal... puede que aún no la tenga desarrollada.

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