viernes, 3 de junio de 2016

Próximo debate entre candidatos.

Algo me llama poderosamente la atención y también me hace dudar mucho de qué es lo importante para la sociedad. En unos días tendremos un "cara a cara" entre los candidatos de los partidos del sistema en televisión. Lo quieren hacer a lo grande: el único con el presidente del gobierno en funciones, tres periodistas-moderadores, cada uno de cada una de las grandes empresas del oligopolio informativo en España, esto es, RTVE, Mediaset, A3Media; será en un palacio de congresos donde se construirá un gran plató. Se entiende la trascendencia que para los medios de comunicación tiene este acontecimiento y el interés en que nos llegue con la mayor gala posible.

En un debate entre candidatos con tantas posibilidades de ser importantes en los próximos cuatro años, los argumentos serán fundamentales. Intentarán convencer a los telespectadores con un discurso excepcional, manejando conceptos y datos de un modo clarividente, de modo que el espectador sepa qué propone y qué piensa no sólo el candidato, sino el partido. Porque de un evento tal, muchos querrán sumarse a estos partidos, o decidirán su voto... o quizás el cuadro sea otro. Quizás el cuadro sea el que la costumbre nos ha mostrado desde hace años. Seguro nos mostrarán tópicos, frases hechas que cada día oímos en las noticias, afirmaciones sin argumentar, acusaciones, algún insulto. La inteligencia la dejarán a un lado, quizás en casa, e irán al plató llenos de palabrería, falsa retórica y falacias. Como corresponde.

Y hay un dato curioso, aquello que dije al comienzo que me llamaba enormemente la atención. Habrá unas 30 cámaras de televisión grabando. Diez más que en ocasiones anteriores. Ha sido la noticia hoy. Bien, lo interesante es lo implicado. Porque un micrófono basta para saber qué dicen, pero 30 cámaras nos mostrarán cómo se mueven. Hasta el último detalle. Es decir, lo importante es, ni más ni menos, la imagen. Si ya nos enfrentamos sin esperanzas de un debate digno a este evento, sumémosle el que nos van a sobreinformar con la proxémica y lo cinético. ¿Llamarán a expertos en análisis del discurso para analizar lo que dicen?

Y esto me lleva por último a considerar si esto es lo que nos interesa a los ciudadanos o si es lo que los medios quieren que tengamos en nuestras mientes. Una duda razonable viendo que justo son los grandes medios de (des)información los que nos traen al unísono el evento. No hay variedad, no hay seriedad en cuanto a la recepción del mensaje y no hay calidad en cuanto a la emisión del mensaje. Por tanto, lo último que pienso es que los medios quieran informarnos y, por tanto, que sean los ciudadanos la fuente de interés en esta transmisión de información. Por el contrario, lo que pienso es que son los medios los interesados en inundarnos de esta mala información (por algún secreto motivo)  y la pasividad del público hace lo demás.

¿En qué reside el interés, en definitiva? En el espectáculo. La política ya es espectáculo. Igual que el teatro salió a la calle en los años 70, así los políticos han salido a las plazas (con fondos prefabricados y militantes prepago al rededor) para que la cámara de turno los pillen en faena. En definitiva, una vergüenza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario